La lluvia de estrellas Úrsidas: el espectáculo invernal de diciembre
Cada año, a finales de diciembre, un pequeño pero encantador espectáculo surca los cielos: la lluvia de meteoros conocida como Úrsidas (Ursids). Aunque no es tan abundante como las famosas Perseidas o Gemínidas, las Úrsidas ofrecen una oportunidad perfecta para observar “estrellas fugaces” cerca del solsticio de invierno, cuando las noches son largas y el firmamento suele estar muy oscuro en áreas rurales.
Cuándo ocurre: La actividad de las Úrsidas se desarrolla anualmente entre aproximadamente el 17 y el 24–26 de diciembre, con un pico que suele darse alrededor del 22–23 de diciembre. Si quieres ver su máxima actividad, apunta especialmente la noche del 22 al 23 de diciembre (las fechas exactas pueden variar ligeramente cada año). :contentReference[oaicite:0]{index=0}
De dónde vienen: Las Úrsidas son fragmentos de polvo dejados por el cometa 8P/Tuttle. Al entrar estos fragmentos en la atmósfera terrestre se encienden por la fricción y producen las trazas brillantes que llamamos meteoros. El punto del cielo desde el que parecen originarse —el radiante— está localizado en la constelación de la Osa Menor, cerca de la estrella Kochab, por lo que el fenómeno recibe su nombre. :contentReference[oaicite:1]{index=1}
Cantidad esperada de meteoros (ZHR): En noches oscuras y con buen cielo, las Úrsidas ofrecen normalmente entre 5 y 10 meteoros por hora (ZHR — tasa horaria cenital estimada). Es una lluvia modesta, aunque históricamente se han registrado estallidos puntuales que aumentaron drásticamente la actividad en años concretos. En condiciones normales, no esperes decenas por hora, pero sí algunos destellos brillantes y ocasionales trazos largos. :contentReference[oaicite:2]{index=2}
Mejor lugar y momento para verlas: La observación es más favorable desde el hemisferio norte o latitudes medias del norte (las Úrsidas se ven mejor en latitudes septentrionales). Para maximizar la visibilidad:
- Ponte a salvo de la contaminación lumínica — alejarse de ciudades y focos de luz.
- Mira hacia el norte y mantén una vista amplia del cielo; no te fijes solo en el radiante: los meteoros suelen cruzar todo el cielo.
- El mejor horario es durante las horas previas al amanecer (las horas antes del alba), cuando el radiante está más alto y la geometría favorece ver más meteoros por hora. También pueden verse pocas desde la noche en adelante. :contentReference[oaicite:3]{index=3}
Velocidad y aspecto: Las Úrsidas entran en la atmósfera a velocidades moderadas, alrededor de 33 km/s, lo que produce meteoros de trazo medio a corto; algunos pueden dejar persistentes estelas luminosas si son más brillantes. :contentReference[oaicite:4]{index=4}
Consejos prácticos para observar: Llega con tiempo (30–45 minutos) para que tus ojos se adapten a la oscuridad. Lleva ropa abrigada (diciembre es frío en latitudes donde se ven mejor), una manta o hamaca estelar para recostarte, y un termo con bebida caliente. Evita mirar pantallas y usa una linterna con luz roja para moverte. Si quieres registrar la lluvia con una cámara, usa una lente amplia, apertura grande (f/2.8 o menor si es posible), ISO alto y exposiciones de varios segundos con intervalómetro.
¿Interfiere la Luna? La presencia de Luna llena o cercana puede reducir drásticamente el número de meteoros visibles al ocultar los más débiles. Por eso conviene comprobar el calendario lunar del año en curso y elegir noches con poca o ninguna luz lunar para una mejor experiencia. :contentReference[oaicite:5]{index=5}
Conclusión: Las Úrsidas son una lluvia discreta pero confiable en la recta final del calendario astronómico. No prometen grandes cantidades cada año, pero su cercanía al solsticio y la posibilidad de observar algún bólido brillante la convierten en una cita agradable para aficionados y familias que quieran terminar el año mirando el cielo. Con buena localización, paciencia y noches despejadas, verás varios “estrellas fugaces” que añaden magia a las vísperas navideñas.
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